La lectura de la prensa deja entrever que el estudio de los Gigena sufrió varios avatares en solo un año, como lo revela la noticia del 19 de enero de 1879: “La Fotografía Americana ofrece de nuevo sus servicios al público. Las tempestades que han caído en Córdoba, destruyeron por completo la galería de dicha fotografía. Hoy, después de muchos sacrificios, ha podido el joven Gigena, poner el establecimiento en condiciones de servir al público a la altura de sus demás colegas de esta ciudad”. Situación que obligará a cerrar su galería para ser reabierta en los días próximos.

Tampoco se debieron cumplir las expectativas de Nicolás en la provincia puntana. El ejemplar del diario El Progreso del 31 de julio de 1879 comenta que ha regresado de San Luis donde había permanecido bastante tiempo: “El joven Gigena viene a establecerse aquí y Córdoba tiene un artista más en el arte de la pintura. Lo saludamos deseándole una grata permanencia al lado de su familia y de sus numerosos amigos.”

A partir de esta noticia los comentarios sobre los Gigena están referidos a las obras pictóricas de Nicolás. Así, por ejemplo, el 14 de octubre de 1880 se menciona que el inteligente joven Nicolás Gigena es el autor de un retrato del general Roca que se ha exhibido en el baile del día 12 en los salones del Club. O bien, la nota de El Progreso del 17 de diciembre de 1880:

Retratos: Hemos admirado los hermosos retratos de tamaño natural hechos al lápiz, que representan, uno a nuestro viejo amigo, antiguo soldado de la libertad, Coronel don Manuel E. Pizarro, padre del actual Ministro de J.C. e Instrucción Pública, y el otro a su respetable esposa. Son dos cuadros de mérito, que honran a su autor, el joven D.N. Gigena. Se admira en ellos esa suavidad en las medias tintas, cuyo secreto pocos poseen, elegancia en las formas y notables contornos. El joven Gigena es un artista, lo ha demostrado ya muchas veces, en diferentes trabajos de este género y hoy más que nunca, en las dos últimas producciones de que nos ocupamos. El gobierno debía (sic) proteger a este joven que a pesar de sus escasos recursos, consigue producir excelentes cuadros, que honran a su patria, teniendo que ocupar hasta aquellas horas dedicadas al reposo. Lo felicitamos ardientemente, pidiendo no se decepcione ante las contrariedades de su profesión.

Otro comentario del citado diario, con fecha 19 de mayo de 1881:

Arte: Hemos tenido ocasión de ver y admirar un brillante retrato al lápiz del joven pintor y dibujante Nicolás Gigena. En él ha sabido interpretar los sentimientos y las pasiones nobles y profundas del personaje, y ha puesto en él todo lo que el patriotismo ha ayudado al arte.
El retrato es de Rivera Indarte. La expresión de la fisonomía, si es verdad que es la expresión del alma está diciendo a los contemporáneos que solo vemos su sombra, odio a los tiranos¡ y sollozando sus pupilas las hondas defecciones de la patria.
Una mirada velada por intangibles sombras, revelan a la vista los profundos sentimientos del que arrebató, como el Titán el fuego sagrado, la poesía a la naturaleza que le negó al nacer.
Mirando por algún espacio de tiempo el cuadro, hemos creído ver desprenderse una lágrima, y de sus labios medio plegados medio contraídos por una sonrisa de aquellas que tiene el genio que llora, creímos que iba a resonar el último adiós a la patria, la última maldición del tirano.
En una palabra, el joven Gigena se ha sentido animado en dar efluvio de las pasiones del eminente argentino, ha sentido en su mente la chispa inspiradora de aquel genio. Este retrato será colocado en los salones del Club Social, y expuesto a la sociedad de Córdoba, como un reproche a su ingratitud para con el ilustre patriota, el 24 de mayo. Damos un apretón de manos al joven Gigena por haber demostrado a la luz de la sociedad, que el arte es una verdad en Córdoba.

Los elogios a las habilidades de retratista del joven Gigena, dejan inferir que Fotografía Americana tuvo muy corta duración y que, debido a accidentes y descuidos, no pudo cumplir los buenos augurios que pronosticaba la prensa local. Esto puede explicar los escasos testimonios visuales encontrados en colecciones particulares.